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Efectos de la COVID-19: ¿Qué preocupa a los líderes empresariales para la próxima década?

No es de extrañar que trascurridos 10 meses de crisis de la COVID-19, con los casos aumentando y la paralización de la industria aún desarrollándose, la "propagación de enfermedades infecciosas" se haya convertido en una de las principales preocupaciones de las empresas, según el informe Regional Risks for Doing Business elaborado por el Foro Económico Mundial en colaboración con Marsh & McLennan Companies, Zurich Insurance Group y SK Group.

Las respuestas de más de 12.000 ejecutivos de 127 países reflejan no sólo la actual crisis sanitaria, sino también los efectos que repercutirán en las economías y sociedades durante los próximos años.

Agravamiento de las consecuencias económicas

Este año, aunque los principales riesgos a nivel mundial son prácticamente los mismos que señaló el informe el año pasado, estos riesgos adquieren una nueva importancia debido al impacto de la COVID-19. El "desempleo" y la "crisis fiscal" se sitúan dentro de los 10 principales riesgos en todas las regiones y a nivel mundial, ocupan el primer y el tercer lugar, respectivamente.

El desempleo sigue siendo uno de los principales obstáculos para el crecimiento de los mercados emergentes y más ahora que se ve dificultado por el estancamiento de la actividad económica. Sin embargo, para las economías avanzadas, esta es una nueva preocupación, que asciende del puesto 13 al 4, lo cual destaca la fragilidad de las tasas de empleo anteriores y la naturaleza precaria de esos empleos.

Ante esta situación, los gobiernos han impulsado   importantes medidas de estímulo. A medida que los países salen de la crisis sanitaria y económica, se presenta una oportunidad de utilizar este estímulo fiscal para hacer más eficientes los mercados, mitigar otras cuestiones críticas, como las burbujas de activos, y crear sociedades más sostenibles y resistentes.

Por otro lado, la pandemia también está obligando a los ejecutivos a dar un giro a los modelos de negocio y a las operaciones en un momento en el que  el mundo trabaja a distancia y es digitalmente dependiente. Esta dependencia ha reafirmado los peligros de las amenazas cibernéticas para las empresas a nivel mundial y explica que el riesgo de ciberataques sigue siendo una prioridad para los ejecutivos de las economías avanzadas y ascienda rápidamente de rango para los líderes de mercados emergentes. En el África subsahariana se posicionan por primera vez entre los 10 principales riesgos a nivel regional.

La inestabilidad social aumenta

Como reflejo de los numerosos casos recientes de protestas y malestar social en el mundo, la "profunda inestabilidad social" aparece como una preocupación creciente para los líderes empresariales, ocupando el quinto lugar en la encuesta de 2020. Este riesgo ha sido uno de los más señalados en las economías más avanzadas. Mientras que en 2019 la inestabilidad social era uno de los cinco riesgos principales en los países que representaban el 19% del PIB mundial, en 2020 el riesgo figura entre los cinco principales en los países que representan el 46% del PIB mundial.

La pandemia ha puesto de manifiesto los desafíos relacionados con la desigualdad. Aunque los gobiernos se han esforzado por garantizar una distribución equitativa de los recursos, la brecha tecnológica en la educación y el entorno laboral se agrava. Aquellos que carecen de las tecnologías o los conocimientos técnicos necesarios se están quedando atrás, lo que crea un grupo de ciudadanos descontentos con la actuación política.

Las tecnologías emergentes cumplen un papel fundamental en la polarización de las sociedades. Los resultados de la encuesta de 2020 sugieren nuevas preocupaciones de los líderes empresariales por la difusión de información errónea, la falta de una regulación eficaz y el creciente despliegue de tecnología de vigilancia. El "uso indebido de la tecnología" figura como uno de los 10 principales riesgos para los ejecutivos de América del Norte, Oriente Medio y África del Norte, y el sur de Asia.

Propagación de los incendios provocados por el cambio climático

La preocupación por el medio ambiente está ganando terreno entre las empresas, y cuatro de los cinco riesgos medioambientales figuran por primera vez en los 20 primeros puestos de la clasificación mundial.

Desde los catastróficos incendios forestales en Australia hasta las inundaciones en Yakarta durante las primeras semanas de 2020, los "fenómenos meteorológicos extremos" y las "catástrofes ambientales provocadas por el hombre" se han sumado a las "catástrofes naturales" entre las principales preocupaciones de los ejecutivos de la región de Asia oriental y el Pacífico. El "fracaso de la adaptación al cambio climático" entra por primera vez en el top 10 en Europa, región que sufrió una serie de tormentas a principios de 2020.

Anticipar los puntos ciegos

Este año se ha demostrado que los impactos de la COVID-19 en un entorno de riesgo pueden producir el efecto cascada. Los puntos ciegos surgen cuando los riesgos se consideran de forma aislada, mientras que la convergencia de riesgos a largo plazo puede pasarse por alto.

Por ejemplo, aunque los riesgos geopolíticos pasan desapercibidos en el estudio de este año, siguen desarrollándose lentamente. Las controversias fronterizas, las guerras comerciales y el aumento de las tensiones diplomáticas han persistido o se han exacerbado con la COVID-19. Algunos se han utilizado para desviar la atención de las deficiencias políticas en respuesta a la pandemia o se han iniciado mientras el mundo miraba hacia otro lado. Esos riesgos geopolíticos pueden desencadenar repercusiones generalizadas, similares a las de la COVID-19, y, por lo tanto, influir indirectamente en la economía mundial.

Las empresas se verán muy presionadas para predecir la causa o el momento exacto de la próxima crisis, pero pueden mejorar su comprensión de las vulnerabilidades y desarrollar estrategias de gestión que les permitan amortiguar los efectos de las crisis y adaptarse a una nueva normalidad.