El seguro de crédito estructurado protege a tu negocio de la falta o negativa del prestatario, por cualquier motivo cubierto, de pagar una cantidad (principal y/o intereses) debida bajo una obligación de préstamo asegurada. Es aplicable a una amplia gama de obligaciones financieras, incluyendo préstamos, garantías y créditos documentarios.
Bajo una póliza de seguro de no pago (NPI), el riesgo que causa el evento de no pago puede ser muy amplio, desde la insolvencia del prestatario hasta un evento de riesgo político que impide el pago de las deudas. Está disponible en base a garantías, no garantías y relacionadas con el comercio o no relacionadas con el comercio (capital de trabajo), dependiendo del contrato subyacente y otros elementos de la transacción.
Además, se puede utilizar para cubrir riesgos en plazos cortos, medianos o largos, según sea más relevante para una cuenta de cliente en particular, y tanto en mercados emergentes como desarrollados. A veces se le conoce como "seguro de frustración de contrato", por su capacidad para disminuir el estrés asociado con el impago de cuentas por cobrar.