
Por: Carlos Hammeken ,
Director de Consulting Solutions en Marsh México, Risk Consulting
24/04/2025 · Lectura en 5 minutos
Las nuevas tarifas impuestas por Estados Unidos están cambiando la situación para las fábricas en Latinoamérica. Después de depender de la producción con Estados Unidos durante años, el arancel del 10% y posibles tarifas adicionales obligan a las empresas a reconsiderar sus procesos, logística y estrategias de suministro.
¿Qué está cambiando para los fabricantes en Latinoamérica?
El nuevo régimen arancelario estadounidense aplica un arancel base del 10% a casi todas las importaciones, con tasas específicas adicionales para determinados países (temporalmente suspendidas por 90 días). Este escenario plantea retos significativos para la industria manufacturera de Latinoamérica, con impactos diferenciados por país y sector.
Por ejemplo, empresas medianas colombianas exportadoras de componentes —que antes operaban bajo el Acuerdo de Promoción Comercial sin aranceles— ahora enfrentan un costo adicional del 10%, lo que reduce sus márgenes y afecta decisiones de inversión.
Análisis regional: vulnerabilidades y exposición al riesgo
México enfrenta un entorno complejo. El sector automotriz, que representa cerca del 25% de sus exportaciones a Estados Unidos, mantiene acceso preferencial bajo el T-MEC solo si se cumplen estrictamente las reglas de origen. En caso contrario, podría enfrentar una caída de entre 8% y 12% en exportaciones.
Brasil, que depende menos del mercado de Estados Unidos, enfrenta problemas en su sector de acero y aluminio. Este sector tiene un arancel del 25%. Esto podría reducir sus exportaciones en hasta 1.6 millones de toneladas al año.
Colombia envía el 30% de sus exportaciones a Estados Unidos. Esto debilita sus ventajas en sectores manufactureros. Sin embargo, mantiene una tasa arancelaria efectiva del 5.5% gracias a exenciones importantes.
Más allá de los desafíos: oportunidades estratégicas para la región
El nuevo contexto también abre oportunidades ocultas para fabricantes latinoamericanos con capacidad de adaptación:
De la incertidumbre a la resiliencia: cuatro ejes estratégicos
Los líderes del sector deben adoptar una visión estratégica, más allá de respuestas tácticas. Cuatro pilares fundamentales marcan la diferencia:
1. Visibilidad profunda de la cadena de suministro
Identificar vulnerabilidades requiere ir más allá del primer nivel. Soluciones tecnológicas permiten mapear proveedores Tier-N, evaluar riesgos geopolíticos y generar alertas en tiempo real.
2. Cumplimiento normativo optimizado
La clasificación arancelaria precisa y la correcta documentación de origen se han vuelto claves. Convertir el cumplimiento en una ventaja operativa requiere rigor y anticipación.
3. Transferencia estratégica de riesgos
El uso de instrumentos como seguros de crédito comercial, coberturas ante interrupciones de negocio o protecciones frente a riesgos políticos ayuda a blindar operaciones ante escenarios volátiles.
4. Evolución del modelo operativo
Empresas resilientes están transformando su operación: relocalización regional, automatización y uso de inteligencia predictiva para mitigar disrupciones futuras.
¿Cómo puede ayudar Marsh?
En Marsh, entendemos que enfrentar esta nueva realidad arancelaria exige más que tácticas aisladas. Por eso ofrecemos una propuesta integral:
Conclusión: ¿esperar claridad o actuar con estrategia?
La incertidumbre no es excusa para la inacción. Las organizaciones que están ganando ventaja en este entorno son aquellas que adoptan una visión proactiva, respaldada por datos, experiencia especializada y un enfoque integral de riesgos.