¿Es posible crear ambientes de trabajo seguros que preserven la integridad de todos los colaboradores? Uno de los objetivos en seguridad salud en el trabajo es crear una sólida cultura de prevención pero, muchas veces, los esfuerzos se centran en mejorar las capacitaciones y herramientas que se otorgan a los colaboradores. ¿Es ésta una solución completa para lograrlo? ¿Qué nos hace falta para que trabajen seguros?
Con “cultura de prevención” nos referimos a que todos los integrantes de una empresa actúan de forma segura, incluso sin supervisión y que, además, han incorporado estos hábitos en otros ámbitos de la vida como respetar las señales de tránsito, analizar los riesgos y peligros en el hogar o que sus familias conozcan los teléfonos de emergencia.
Meliá, J. L. (2007) nos habla sobre la teoría de las tres condiciones para el trabajo seguro:
- Poder trabajar seguro
- Saber trabajar seguro
- Querer trabajar seguro
Las tres son necesarias y ninguna es suficiente por sí sola; basta que falle una de las tres para que no pueda realizarse un trabajo con seguridad.
Muchas empresas cuentan con entrenamientos, especialistas calificados y equipos seguros cubriendo las dos primeras condiciones. Sin embargo, necesitan avanzar en la tercera condición: la creación de conciencia en sus colaboradores, la responsabilidad con su propia seguridad y la de su entorno, fomentando la práctica de hábitos seguros en ellos. Así surge el Programa de Seguridad Basada en la Conducta (SBC), que viene a complementar el conjunto de herramientas para asegurar un ambiente seguro y de calidad.
Es un programa dirigido a motivar el trabajo desde la prevención y el control de los riesgos, yendo más allá de dar sensibilización y conocimientos, pues trabaja con lo que las personas “quieren hacer”, con su actitud. Esto significa cambiar los comportamientos y las posturas ante la prevención, especialmente de los líderes y, en consecuencia, de sus equipos de trabajo.
Una planificación adecuada, la gestión eficiente y una buena ingeniería son fundamentales para prevenir accidentes pero, además de esto, el comportamiento de las personas, sus elecciones y acciones, son esenciales para el establecimiento de una cultura de seguridad con beneficios, no sólo en el ambiente de trabajo, sino también en el sentido más amplio de la vida.
La implementación del Programa de SBC constituye una iniciativa innovadora, ofreciendo importantes contribuciones para el fortalecimiento de las prácticas en seguridad, ya que se ocupa del factor humano, revistiéndose de fundamental importancia para la obtención de los resultados deseados. Pretendemos contar con una herramienta que permita a las empresas asumir nuevos desafíos en la implementación de este tipo de programas, para alcanzar mayores y mejores resultados en la Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST).
Cabe resaltar que la SBC no reemplaza al sistema de gestión de las organizaciones, sino la complementa y aporta con indicadores como frecuencia de conductas seguras vs inseguras, participación reflejada en el número de observaciones programadas versus ejecutadas, comprobación de aprendizaje de los entrenamientos, impacto de los planes de acción y actividades programadas, impacto en la cultura de seguridad y el índice de frecuencia de accidentes de trabajo relacionados al comportamiento.
Como vemos, la SBC propicia el cambio de comportamientos a través de metodologías de medición, intervención y análisis de conductas. Además, aplica técnicas de refuerzo positivo para las conductas seguras que previenen lesiones y retroalimentación positiva. Es decir, conversaciones que buscan crear conciencia y que, principalmente, surjan de las personas que cometen actos inseguros. Además, la SBC se propone consolidar una cultura de prevención enfocándose en el cambio de percepciones y actitudes (pensamientos, valores, motivaciones), agregando valor al Sistema Integrado de Gestión. La SBC también se orienta a aumentar los conocimientos en SST a través de los procesos de capacitación, buscando promover valores y sentimientos favorables a la seguridad a través de las campañas de intriga de forma constante durante su implementación.
A través del programa se logra influir positivamente en los valores y creencias de las personas, de modo que la SST se incorpore en sus hábitos, actitudes y comportamientos, para la preservación de la vida.
