Dr. Ariel Almazan
Wellness, Health & Claims Director, MMB
Al considerarse el presupuesto asignado del sector salud a la salud mental[1], se evidencia como resultado un acceso limitado al tratamiento para las personas que presentan condiciones de salud mental. Al mismo tiempo, las aseguradoras médicas no suelen ofrecer una cobertura de salud mental para pacientes ambulatorios que sea suficiente y abarque todos los puntos esenciales, como asesoramiento psicológico y terapia. Lo anterior limita aún más las opciones que tienen a su disposición las personas que necesitan apoyo.
Esto está afectando gravemente no solo a las personas, sino también a las organizaciones para las que trabajan. El estudio People Risk 2024[2][3] de Mercer Marsh Beneficios identificó que el deterioro de la salud mental se encuentra en segundo lugar por severidad y probabilidad, al que se enfrentan las organizaciones. Es importante mencionar que el deterioro de la salud mental conduce a una menor productividad[4] junto con el aumento del absentismo.[5] ¿El resultado? Una pérdida de doce mil millones de jornadas laborales cada año por depresión y ansiedad, con un costo de USD 1 billón al año para las empresas internacionales , lo cual afecta la sostenibilidad no solo financiera de las organizaciones.[6]
Ante el presupuesto gubernamental designado, la cobertura de los seguros y la evolución del entorno laboral es hora de que los empleadores vayan más allá de las nociones tradicionales de seguridad en el lugar de trabajo y den prioridad al apoyo de la salud mental de sus empleados. Aunque los riesgos físicos se han abordado desde hace tiempo mediante directrices obligatorias y medidas de protección, es igualmente importante reconocer que los entornos de trabajo y factores como la carga de trabajo, el ritmo de trabajo y la seguridad psicológica repercuten en el bienestar emocional del empleado. Cada vez con mayor frecuencia, los gobiernos y los organismos reguladores exigen que las organizaciones hagan mayores esfuerzos por gestionar los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo con normativas internacionales, como la ISO 45003 que exigen a las organizaciones salvaguardar no solo la seguridad física de sus trabajadores, sino también su salud mental.
Por otra parte, a través del uso de metodologías de evaluación de factores de riesgo a la salud emocional, las organizaciones pueden identificarlos y mitigarlos de forma anticipada al establecer acciones bien direccionadas conforme las necesidades reales de su fuerza laboral. lo cual promueve el cuidado y por tanto la prosperidad de los empleados y por tanto de la organización.
Aunque el desarrollo de una estrategia de salud mental que abarque todos los puntos necesarios lleva tiempo, existen "victorias tempranas" que los empleadores pueden poner en práctica para lograr tener un efecto significativo y demostrar a los empleados su compromiso con el cuidado de su bienestar emocional. Estos son:
Es importante eliminar cualquier estigma persistente en torno a la salud mental al sostener conversaciones abiertas sobre condiciones como la ansiedad y la depresión en el lugar de trabajo. Se recomienda que los altos directivos enseñen con el ejemplo al demostrar comportamientos positivos y en pro de su salud mental, como promover que exista un balance vida trabajo y crear una cultura que dé prioridad a la salud mental. Esto podría implicar ofrecer capacitaciones a los lideres para que reconozcan los desafíos de salud mental a los que se enfrentan los miembros de su equipo y les dirijan a los recursos existentes o se deriven al sistema de salud.
Existe una brecha cada vez mayor entre la atención especializada y los tratamientos que los empleados necesitan y aquellos a los que pueden acceder. Los empleadores deben aprovechar las sesiones de escucha y los grupos focales para comprender los desafíos de salud mental específicos de sus empleados, lo cual les permitirá diseñar e implementar iniciativas más eficientes y adaptadas a lo que realmente se necesita.
Es importante asegurarse de que se escuchan todas las voces para así considerar que su estrategia es incluyente y que esta aborda las necesidades de todos los grupos de empleados. Por ejemplo, las personas con roles de cuidadores suelen declarar altos niveles de estrés emocional[7] y es más probable que trabajen sintiéndose mal emocionalmente, lo cual las expone a un mayor riesgo de sufrir agotamiento laboral y cansancio emocional. Al mismo tiempo, cada vez hay más pruebas de que a los empleados neurodiversos les preocupa la estigmatización y la discriminación por parte de sus compañeros, por lo que es posible que los empleadores tengan que implementar acciones específicas para promover su bienestar emcional, como ofrecer horarios de trabajo flexibles y espacios de trabajo privados.[8]
Figura 1 | Fuente: Health on Demand 2023, de MMB
La innovación en salud mental lleva tiempo, pero los empleadores desempeñan un papel crucial a la hora de impulsar a las aseguradoras para mejorar su oferta de beneficios o adoptar nuevas soluciones como la atención medica digital, las aplicaciones de salud mental, la promoción de los servicios para el cuidado de la salud mental de niños, adolescentes y padres, entre otras cosas. Cuando se esté preparando para la próxima renovación de su seguro médico, revise su póliza y verifique que la atención para el cuidado de la salud mental es un beneficio incluido en su cobertura. A continuación, valide si existen exclusiones o limitaciones y negocie con su aseguradora para eliminarlas o modificarlas.
A medida que nos enfrentamos a los desafíos del futuro del trabajo, dar prioridad al bienestar emocional ya no solo es algo opcional, sino algo esencial. Aunque es cierto que los gobiernos y las aseguradoras deben redoblar esfuerzos, liderar el cambio en este ámbito también implica beneficios para los empleadores. Al abordar abiertamente la salud mental, escuchar las necesidades de los empleados y facilitar el acceso a un tratamiento de calidad, las organizaciones no solo observarán un impacto positivo en la mejora de la productividad y la retención, sino que también consolidarán una organización más fuerte, prospera y resiliente.
[1] Organización Mundial de la Salud. ATLAS de Salud Mental 2020.
[2] Mercer People Risk Management
[3] Marsh Los 5 Pilares de Riesgos de Personas
[4] Beck, Crain, Solberg, Unutzer, Glasglow, Maciosek, Whitebird. “Severity of Depression and Magnitude of Productivity Loss”, Ann Fam Med. Vol 9 Issue 4 (2011) pp.305–311
[5] Bryan, Bryce, Roberts. The effect of mental and physical health problems on sickness absence. Eur J Health Econ. Vol 22 Issue 9 (2021). pp.1519–1533
[6] Organización Munidal de la Salud La Salud mental en el trabajo. (2022).
[7] AARP (2023) A look at US caregivers’ mental health
[8] McDowell, A., Doyle, N. & Kiseleva, M. (2023). Neurodiversity at work: Demand, supply and a gap analysis. Birkbeck, University of London
Wellness, Health & Claims Director, MMB
Workforce Health Coordinator, Latin America and Caribbean
Colombia
Reporte
05/28/2024