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Gerardo Herrera
Latin America Region Leader, Marsh Advisory
En nuestra experiencia como consultores en gestión de riesgos, asesorando a empresas en toda Latinoamérica, hemos observado cómo eventos aparentemente locales pueden desencadenar consecuencias comerciales globales de gran alcance. Los recientes desarrollos en torno al Canal de Panamá presentan un fascinante caso práctico sobre cómo los cambios geopolíticos y los factores ambientales pueden potencialmente remodelar las cadenas de suministro globales y las estrategias comerciales.
El Canal de Panamá ha sido durante mucho tiempo más que una vía fluvial: es una arteria vital del comercio global, manejando una parte significativa del comercio marítimo. Más allá del canal en sí, con Panamá situado en la encrucijada de América del Norte y América del Sur, su infraestructura logística bien desarrollada permite a las empresas mover mercancías de manera eficiente a través de redes aéreas y terrestres.
Sin embargo, hoy estamos presenciando una tormenta perfecta de desafíos que las empresas deben navegar con cuidado: las tensiones geopolíticas, las presiones ambientales y los patrones comerciales cambiantes están convergiendo para crear una nueva realidad para las cadenas de suministro globales y la inversión.
Las recientes conversaciones entre Estados Unidos y Panamá han suscitado discusiones sobre la intención de Panamá de reevaluar su participación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, señalando un cambio significativo en el panorama geopolítico del canal y desafiando nuestra comprensión tradicional del riesgo en la cadena de suministro y la inversión.
A menudo pensamos en tales riesgos en términos de eventos discretos: un canal bloqueado, una huelga portuaria o un desastre natural. Pero lo que estamos viendo ahora es algo más complejo: un cambio estructural en cómo uno de los pasajes marítimos más cruciales del mundo opera dentro de un mundo cada vez más fracturado geopolíticamente y geoeconómicamente, asediado por eventos relacionados con el cambio climático más frecuentes.
Para las empresas, se trata de cambios fundamentales en cómo podrían funcionar las cadenas de suministro globales en los próximos años.
Desde nuestra perspectiva trabajando con empresas de diversos sectores, observamos tres implicaciones críticas que los líderes empresariales deben considerar:
Entonces, ¿qué deberían hacer los líderes empresariales en respuesta a esta situación en evolución? Basado en nuestra experiencia asesorando a empresas sobre sus estrategias de cadena de suministro, recomendamos un enfoque de tres frentes:
Estamos entrando en una nueva era en el comercio y la inversión global, una en la que las consideraciones geopolíticas, geoeconómicas y ambientales jugarán un papel cada vez más importante en las decisiones de la cadena de suministro. Las empresas que prosperarán son aquellas que puedan adaptar sus estrategias a esta nueva realidad mientras mantienen su ventaja competitiva.
Es hora de que los líderes empresariales reevalúen su enfoque hacia la gestión del riesgo en la cadena de suministro. Ya no es suficiente reaccionar a las interrupciones a medida que ocurren. Necesitamos construir sistemas y estrategias que sean inherentemente resilientes a un mundo cada vez más complejo e incierto.
Latin America Region Leader, Marsh Advisory
CEO, Marsh McLennan
Panama