By Amy Barnes ,
Head of Climate & Sustainability Strategy
05/23/2022
Una mirada preocupante al creciente número de riesgos mundiales y la forma en que se están agravando unos a otros, sentó las bases del primer día en Davos.
La creciente inseguridad alimentaria, el incremento de los precios de la energía, los conflictos, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, estuvieron en la agenda y están todos interrelacionados.
Tras los retrasos debidos a la COVID-19, los líderes mundiales se reunieron el lunes bajo la temática "La historia en un punto de inflexión: Políticas gubernamentales y estrategias empresariales".Davos adopta una visión global y a largo plazo sobre las crisis actuales, lo que coincide con el enfoque del sector de seguros.
En primer lugar, se celebró una sesión sobre la "acción de la naturaleza", en un momento en el que un millión de especies están en peligro de extinción, con el cambio climático y la contaminación llevando a muchas al límite.
Así como el objetivo del Acuerdo de París relativo a limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C impulsó la regulación y la acción empresarial, también necesitamos métricas para la naturaleza. Si bien es menos simple darle cifras a la complejidad de la naturaleza, los ponentes coincidieron en que el impulso es cada vez mayor.
El Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Carlos Eduardo Correa Escaf, mencionó que su país seguirá su proyecto de ley de Acción Climática con un anteproyecto de ley de biodiversidad o "naturaleza positiva". Una acción similar por parte de los gobiernos de todo el mundo, podría desencadenar una nueva era de gobernanza sobre los riesgos de la naturaleza. Las empresas con miras al futuro no necesitan esperar para evaluar su impacto en el medio ambiente. En Marsh, nuestro ESG Risk Rating le permite a las organizaciones hacer un seguimiento de su exposición a la "Pérdida de biodiversidad y naturaleza", entre otros factores.
Este año, Davos tiene un verdadero sentido de la urgencia, acentuado por un poderoso mensaje en video del presidente ucraniano Zelensky. A lo largo de la primera jornada, los ponentes debatieron sobre los riesgos que están haciendo tambalearse a la economía mundial, y que están afectando todo, desde los sistemas alimentarios pasando por las cadenas de suministro hasta los mercados de energía.
A medida que el panorama energético mundial cambia para reducir la dependencia de la energía rusa, el mensaje fue claro: no podemos permitir que la crisis energética actual haga que los objetivos climáticos se descarrilen. Fatih Birol, Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, señaló que nos encontramos en medio de la segunda crisis energética mundial, después de la crisis petrolera de los años 70. Advirtió que cualquier inversión realizada en infraestructuras de combustibles fósiles como respuesta, corre el riesgo de convertirse en activos "sin valor" debido a los compromisos globales de frenar las emisiones.
Un tema clave que surgió en las sesiones del lunes, fue la naturaleza interconectada del riesgo global. Muchos de los factores que impulsan la crisis climática, como la deforestación, también aumentan el riesgo de una pandemia. A su vez, la inseguridad alimentaria se ve avivada por factores como la actual pandemia de la COVID-19 y el conflicto en Ucrania, que normalmente produce suficientes alimentos para alimentar a 400 milliones de personas. Con los puertos del Mar Negro bloqueados y las semillas sin sembrar, la amenaza de una hambruna acecha. Esto se ve agravado por los problemas de la cadena de suministro, ya que Rusia es un importante exportador de fertilizantes agrícolas.
Como se hizo evidente durante la primera jornada en Davos, es fundamental que las empresas reconozcan la naturaleza entrelazada de estos riesgos y que incorporen a sus procesos la capacidad de resiliencia y planificación a largo plazo. De este modo, pueden protegerse a sí mismas y a las sociedades que las rodean.