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El Niño ha llegado: puntos clave para organizaciones y profesionales del riesgo

El Niño ha llegado y los científicos del clima predicen que podría intensificarse y seguir siendo un importante factor de riesgo climático durante 2023 y 2024.
Hurricane approaches. Tornado.

El Niño ha llegado y los científicos del clima predicen que podría intensificarse y seguir siendo un importante factor de riesgo climático durante 2023 y 2024.

Esto significa que las organizaciones y sus profesionales de riesgos deben estar preparados y listos para responder a los posibles desafíos climáticos generados por El Niño, como tormentas extremas, períodos prolongados de sequía, así como eventos meteorológicos inusuales que podrían afectar sus operaciones y estrategias de gestión de riesgos.

¿Qué es El Niño?

El Niño es un fenómeno climático natural caracterizado por un calentamiento inusual de las aguas superficiales en el Océano Pacífico oriental. Afecta las temperaturas del océano y los patrones climáticos desde América del Norte hasta América del Sur y Australia. Ocurre cada dos a siete años y es la "fase cálida" de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), siendo La Niña su "fase fría".

En condiciones normales, los fuertes vientos alisios empujan el agua superficial cálida hacia el oeste a través del Pacífico tropical, lo que provoca un surgimiento de agua fría a lo largo de las costas de América del Sur. Sin embargo, durante los eventos de El Niño, estos vientos alisios se debilitan, lo que hace que las aguas superficiales cálidas se muevan hacia el este, interrumpiendo su afloramiento. Esto puede provocar impactos significativos en los ecosistemas costeros y la pesca, con consecuencias económicas potencialmente devastadoras.

Riesgos asociados a El Niño para comunidades y organizaciones

Los efectos de El Niño en el clima global son de gran alcance y crean teleconexiones (anomalías climáticas interrelacionadas, duraderas y de gran escala) que influyen en los patrones climáticos en todo el mundo. Los fuertes fenómenos de El Niño pueden provocar un aumento de las precipitaciones en algunas regiones y sequías en otras, afectando el suministro de agua, la agricultura, a los agricultores, a las procesadoras de alimentos, así como a los fabricantes y a los distribuidores.

Estas alteraciones en la circulación atmosférica global y en las temperaturas del agua pueden generar un clima invernal inusual en algunas regiones y tormentas tropicales, huracanes y tornados más fuertes en otras.

  • Las condiciones extremas pueden aumentar el riesgo y la intensidad de los incendios forestales, por pastos y malezas más secos que se inflaman fácilmente, así como chispas y llamas que se propagan más rápidamente, como se vio recientemente en el trágico incendio forestal en Maui. Además, esto puede incrementar el riesgo de inundaciones, ya que el suelo carbonizado actúa como barrera para la absorción de agua.
  • Los fenómenos agudizados por El Niño pueden causar grandes daños a las propiedades y a la infraestructura. Carreteras inaccesibles, cortes prolongados de energía y agua, escasez de materiales, de mano de obra y otros factores pueden provocar importantes interrupciones en la cadena de suministro, el transporte, la logística y los negocios de proveedores y clientes, complicando aún más el camino hacia la recuperación. 
  • Además, los peligros naturales provocados por El Niño, como inundaciones y sequías, podrían incidir en la propagación de enfermedades dentro de las comunidades afectadas.

En 1982-1983 y 1997-1998 se produjeron fenómenos notables de El Niño, que crearon importantes cambios climáticos en todo el mundo y provocaron pérdidas de ingresos mundiales de 4.1 billones de dólares y 5.7 billones de dólares, respectivamente, según investigadores del clima.

Seis formas de mitigar los riesgos de El Niño

Los líderes empresariales y los profesionales de riesgos deben revisar y actualizar sus planes de preparación, respuesta y recuperación para salvaguardar a las personas, las propiedades y las operaciones. Además, deben estar preparados para informar con prontitud las reclamaciones de seguros en caso de pérdidas. Esto incluye:

  • Monitorear patrones climáticos: es crítico contar con registros de los patrones climáticos en su región y en todo el mundo. Esto puede ayudarle a anticipar riesgos potenciales y tomar medidas para mitigarlos.
  • Desarrollar planes de contingencia y continuidad del negocio: cree planes de contingencia y continuidad del negocio para diversos escenarios (como sequías, inundaciones y eventos climáticos extremos) que puedan afectar sus operaciones comerciales, proveedores y clientes a nivel mundial, asegúrese de ponerlos a prueba periódicamente. Hacer esto le permitirá responder con prontitud y eficiencia si se materializa un riesgo relacionado con el clima.
  • Diversificar su cadena de suministro: evalúe su red de cadena de suministro, en línea con el riesgo potencial de interrupciones por eventos climáticos extremos y considere alternativas. Esto puede implicar abastecerse en materiales y productos en otras regiones, así como con proveedores alternativos, incluidos los locales.
  • Invertir en infraestructura: considere invertir en infraestructura que pueda resistir eventos climáticos extremos, como barreras contra inundaciones y sistemas de energía de respaldo. Esto puede ayudarle a minimizar el daño causado por eventos climáticos extremos y recuperarse más rápido.
  • Educar y apoyar a los empleados: es clave informar a sus empleados sobre los riesgos asociados con El Niño y cómo su organización se comunicará con ellos sobre éstos eventos. También les ayudará a entender cómo ellos pueden ayudar a mitigar los impactos en el negocio y en ellos mismos. Esta perspectiva puede implicar brindar capacitación sobre procedimientos de emergencia y mejores prácticas de respuesta. Las organizaciones también deben estar preparadas para apoyar a sus empleados en caso de verse afectados directamente por un evento climático generado por El Niño, incluso con: ajustes en las políticas de entrada y salida, asistencia financiera, de vivienda, presentación de reclamaciones de seguros y asistencia similar, según sea posible, así como recursos médicos, de salud física y mental.
  • Actualice su programa de seguros y procesos de reclamos: revise sus coberturas de propiedad, catástrofe natural, interrupción de negocio, ambientales y relacionadas para evaluar la protección de su seguro, en caso de que su negocio se vea expuesto por eventos relacionados con El Niño. Esto debería contemplar también, la evaluación de cualquier cambio en los valores, determinar qué debería auto asegurarse e identificar áreas donde los paramétricos podrían ser favorables. Finalmente analice los protocolos de preparación y de comunicaciones en caso de reclamación con su aseguradora, ajustadores, corredores y recursos especializados, ya que puede ayudarle a agilizar su proceso de reclamos, en caso de siniestro. 

Como profesional de la gestión de riesgos, es fundamental que conozca y comprenda la posible interrupción de su negocio, así como los riesgos asociados con el fenómeno de El Niño de 2023-2024 e implementar estrategias para mitigarlos. Si bien el impacto de El Niño este año, sigue siendo incierto aun, tomar medidas proactivas ahora puede ayudarle a su organización en su resiliencia y a resistir de manera más efectiva cualquier desafío relacionado con el clima que pueda surgir.