Al igual que cualquier otro tipo de enfermedad, aumentar la concienciación del público en general sobre el problema del cáncer de mama y los mecanismos para controlar, así como abogar por políticas y programas adecuados, son estrategias clave para poder establecer un sistema preventivo de esta enfermedad dentro de la población en la población.
Sin embargo, muchos países de ingresos bajos y medianos se enfrentan ahora a una doble carga de cáncer de mama y cuello uterino que representan las principales causas de muerte por cáncer en mujeres mayores de 30 años. Estos países deben aplicar estrategias combinadas que aborden ambos problemas de salud pública de manera eficaz y eficiente.
He aquí la importancia de establecer ambientes y conductas que favorezcan la detección del cáncer de mama a través de exámenes que identifiquen los signos de esta enfermedad en todas las mujeres, incluso si no tienen síntomas.
Es necesario siempre recordar que los cánceres en estado temprano son más fáciles de tratar que los diagnósticos sorpresivos, dando así una probabilidad de supervivencia es mayor.
Pero entonces ¿A través de qué herramientas es posible garantizar dicha evaluación?
Día Mundial Contra el Cáncer de Mama: Un momento para recordar la importancia de la mamografía
La mamografía es un tipo especial de evaluación de rayos X en dosis bajas que se utiliza para crear imágenes detalladas de la mama. La mamografía es actualmente el mejor disponible para detectar el cáncer de mama en una etapa temprana, momento cuando el tratamiento es más eficaz.
La mamografía puede demostrar microcalcificaciones de menos de 100 m; que a menudo, revelan lesiones antes de que puedan ser palpables mediante un examen clínico tradicional de la mama y, en promedio, 1-2 años antes de ser encontrados por autoexamen mamario. Razón por la cual hoy en día se estima que cada año se realizan alrededor de unos 48 millones de mamografías tan solo en los Estados Unidos.
Nunca olvidemos, que asistir a la mamografía de prevención tiene el beneficio de reducir la mortalidad por esta enfermedad en un 40% en mujeres de riesgo promedio de 40 a 74 años de edad.
Por esto, es tan importante hoy en día tomar este tipo de evaluaciones de manera preventiva, y garantizar el desarrollo de un modelo de salud que no genere resultados en pacientes ya diagnosticadas, sino también en aquellas mujeres con alto riesgo de padecimiento que, por algún motivo, ignoran la medida que más salva la vida de las mujeres alrededor del mundo.