
Autor: Rodrigo Suárez ,
Climate & Sustainability Advisory Leader, Latin America and Caribbean
03/11/2025
Cuando hace una década hablábamos de eventos climáticos extremos en Latinoamérica y el Caribe, solíamos referirnos a acontecimientos excepcionales . Hoy observamos con preocupación cómo estos eventos se han convertido en nuestra nueva normalidad. El reciente Informe de Riesgos Globales 2025 del Foro Económico Mundial confirma esta percepción, ubicando los eventos climáticos extremos como el principal riesgo global en la próxima década.
Los datos son contundentes: el 62% de los expertos globales anticipan un futuro "tormentoso o turbulento" en los próximos 10 años, con los eventos climáticos extremos liderando las preocupaciones. No es una proyección abstracta; es una realidad que ya estamos experimentando. La intensidad y frecuencia de estos eventos han empeorado consistentemente desde que el Foro Económico Mundial comenzó a monitorearlos en 2006 .
Nuestra región está particularmente expuesta a esta nueva realidad climática. En los últimos 24 meses, hemos presenciado:
Lo que hace únicos a los riesgos climáticos es su efecto cascada. En Marsh, hemos observado cómo un solo evento extremo puede desencadenar múltiples crisis:
Tradicionalmente, nuestra región ha adoptado un enfoque reactivo ante los eventos climáticos. Sin embargo, los datos sugieren que este modelo ya no es sostenible. El costo de la recuperación post-desastre está creciendo exponencialmente, mientras que la ventana entre eventos se acorta, limitando nuestra capacidad de recuperación.
La buena noticia es que estamos observando un cambio de mentalidad en la región. Las organizaciones más avanzadas están adoptando un enfoque triple:
El Informe de Riesgos Globales 2025 nos presenta un panorama desafiante, pero no inevitable. La clave está en transformar nuestra comprensión de los eventos climáticos extremos: de verlos como acontecimientos aislados a entenderlos como parte de un nuevo normal que requiere una transformación fundamental en nuestra forma de operar.
Como expertos en riesgos, vemos que las organizaciones que prosperarán en esta nueva realidad serán aquellas que no solo se preparen para el próximo evento, sino que repiensen fundamentalmente su relación con el riesgo climático. La pregunta ya no es si ocurrirá un evento extremo, sino cuán preparados estamos para enfrentarlo y cuán rápido podemos recuperarnos.
El futuro de nuestra región dependerá de las acciones que tomemos hoy. En Marsh, estamos comprometidos a ser sus aliados en este viaje hacia una mayor resiliencia climática.
Climate & Sustainability Advisory Leader, Latin America and Caribbean